dilluns, 7 de gener del 2008

Cuantos Regalos -no materiales-

En un regalo no debe mirarse el coste (el precio por el que lo compramos/regalamos). No porque un regalo sea más caro será mejor, ni tampoco demostrará cuánto afecto tenemos a la persona que lo damos. Es más, y me da igual que penséis que miento, soy de las que piensan (y sienten) que existe algo más grande -por encima del dinero- cuando hacemos un presente a alguien.

Por eso son especiales, y por eso nos hacen sentir bien tanto el hecho de recibirlo como también de darlo. Un detalle hecho a mano, un detalle sincero, es mucho más valioso que cualquier otro objeto comprado sin ningun tipo de ilusión. Al fin y al cabo, eso es lo que contienen; no importa lo que sea ni lo que cueste, es ese sentimiento que nos llena cuando pensamos el qué, o cuando se rasga el envoltorio con los dedos nerviosos... son las cosas que realmente importan. Los presentes sin ese toque especial, sin ese significado mágico, sin provocarnos ninguna sensación, solo son objetos vacíos que no deberían darse nunca. Solo presentan falsedades en determinados momentos.

Escribo esto cuando ha pasado una época extraordinaria -aunque haya veces que olvidemos el significado del espiritu de la Navidad- y cuando he recibido, también regalos pero de las dos formas. No ha sido hasta este momento que me he dado cuenta de que realmente regalar algo por que se haya de regalar es un hecho que no tiene sentido.

Ánimo a todo el mundo que haga este tipo de cosas sin que haya de ser una obligación. Y no solo con cosas materiales, a veces con unas palabras es suficiente.
Espero que hayais tenido unas felices fiestas y que este 2008 os de mucha luz :).

Pax

PD: ets el meu tresor